Trabajaron contra reloj y salvaron una siembra de peces en El CadillalJueves 22 de Septiembre de 2011 17:40 | El laboratorio del dique se quedó sin luz y sin agua. Personal de Piscicultura y de la Policía Lacustre rescató un gran lote de huevos fecundados
Cuando todo estaba perdido, la experiencia y el compromiso puso a salvo más de 800.000 alevinos de pejerreyes y más de 300.000 ovas embrionadas. La luz estaba cortada, y por lo tanto en el laboratorio de El Cadillal no había ni agua ni funcionaban los aireadores para oxigenarla. Fueron siete horas -entre las 3.30 y las 10.30- de trabajo incesante, contra reloj, que el personal de Piscicultura y de la Policía Lacustre realizó para evitar que el gran lote de huevos fecundados se perdiera.
La historia tuvo un final feliz, ya que se resembraron unos 500.000 alevinos en el espejo de El Cadillal, y 250.000 se enviaron luego a los diques catamarqueños de Alijilán y Sumampa. También se salvó el lote de 200.000 ovas que estaban "explotando" en esos momentos al airearlas con oxígeno envasado en tubos, y un segundo lote con cerca de 300.000 huevos en pleno proceso de fecundación en los vasos de incubación.
Esa historia comenzó el viernes pasado a las 14, cuando se cortó la luz y dejó de funcionar la bomba que extrae el agua del río para consumo de la comunidad de El Cadillal. Esta también provee del líquido a la estación de Piscicultura, razón por la que el personal se puso en alerta. "Robaron los cables", fue la explicación de la guardia de EDET, cuando trabajaba en la zona para restablecer el servicio. Con baja de tensión, volvió la luz, a las 16.
Dramatismo
"En la madrugada del sábado, el segundo encargado, que vive en la zona, advirtió que habían cortado de nuevo la luz. Dio la noticia y en medio de la oscuridad comenzó a airear la pileta de recepción que contenía los alevinos y también los vasos con las ovas", relató Carlos Riviere, técnico encargado de la estación.
El se refería a Daniel Báez, que apenas llegó comenzó a llenar las bolsas plásticas con agua y oxígeno para el traslado de los alevinos. Riviere avisó de la novedad a las autoridades de la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos y a la Policía Lacustre."“Hagan lo que consideren más conveniente hasta que vuelva la luz", le respondió el director Daniel Manso.
A las 4 de la madrugada, la tarea era febril. Ante la incertidumbre de no saber cuándo iba a normalizarse la situación, optaron por salvar las producciones. Mientras Riviere, Báez y Ramón García (empleado) embolsaban los alevinos, el cabo Rubén Orqueda, oficial de turno de la Policía Lacustre, las alistaba en el bote para internarse en el espejo para la concretar la forzada resiembra.
La faena
Con las primeras luces del alba más de la mitad de la faena estaba cumplida, y cerca de las 10.30 se reestablecía la energía eléctrica. Para entonces, se habían salvado más de 1,3 millón de ejemplares, entre alevinos y ovas fecundadas.
"Cuando las ovas eclosionan, se las vuelca de los vasos a la pileta de recepción para que, con sus primeros movimientos, los alevinos reabsorban el saco vitalino que les sirve como alimento los dos primeros días. Inmediatamente hay que embolsarlos para realizar las resiembras. Caso contrario, se pierde todo", explicó Riviere
Fuente: Diario La Gaceta de Tucuman