Volvimos con Leo al puente de las mojarras después de mucho tiempo.
Llegamos a la tarde y se nos unieron José Luna acompañado por su mujer y Diego.
El aumento de la cantidad de agua no es tan significativo y el lugar sigue tan bueno como en meses anteriores.
Al llegar pescadores que estaban desde temprano nos contaron que unas tarariras muy grandes habían cortado sus chirimbolos cuando intentaban pescar pejerrey.
Comenzamos tirando nuestros señuelos: cucharas, spin baits, orenos y todo nuestro arsenal.
Diego logra pinchar una muy grande con un oreno que logra zafarse a mitad de camino de traerla (cortó el nylon).
Notamos mucha actividad en la costa del frente de donde estabamos, donde diego logró pinchar la tarucha. Allí fue Leo (que se las tiene jurada desde hace tiempo). Se las veía con mucha actividad y saltando (algunas muy grandes).
Hasta que Leo logra pinchar una muy grande también con un señuelo mojarra pero al igual que a Diego se le logra zafar a mitad de camino.
Llegaron los mosquitos (millones
) y no quedaron ni los perros, mucho menos nosotros.
Esta vez nos ganaron por goleada, iremos por la revancha.