Comer pejerreyes del San Roque puede ser un riesgo para la salud Un trabajo de la UNC y del Conicet detectó niveles altos de mercurio y arsénico en estos peces. No recomiendan su ingesta. Decenas de pescadores tiran sus cañas en este lago los fines de semana. Muchos de ellos consumen lo que pescan con frecuencia.
mana de por medio, Víctor Ponce de León viaja desde Córdoba hasta Villa Carlos Paz para tirar la caña en el lago San Roque. “Siempre se saca algún pejerrey. Me gusta pescar, pero también lo consumo. Sirve para cubrir una necesidad en estos tiempos de crisis. También reparto entre los familiares para ayudarlos”, dice.
Lo que no sabe Víctor ni el resto de los pescadores es que los peces de este lago tienen altos niveles de arsénico y mercurio, por lo que consumirlos con frecuencia representa un riesgo para la salud.
La advertencia proviene de un estudio realizado por investigadores del Instituto de Diversidad y Ecología Animal (Idea), de la Universidad Nacional de Córdoba y Conicet. Analizaron el músculo de más de 30 pejerreyes pescados en distintas épocas del año, según el nivel del lago, y determinaron que los niveles de estos dos compuestos son altos. “Una persona que come un filé de pejerrey de 150 gramos se está excediendo en lo que debería consumir de arsénico y mercurio por día, según los indicadores de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos”, dice Paola Garnero, autora principal del trabajo que se publicó en la revista Ecotoxicology and Environmental Safety.
Los autores del trabajo también estimaron un cociente de peligro objetivo que tiene en cuenta toda la vida para una persona de 70 kilos, que vivirá 70 años y que consume un filé de pejerrey de 150 gramos por semana.
“Para el caso del arsénico, esta persona está en riesgo, no importa la estación del año en la que pescó el pejerrey. Para mercurio, el riesgo es sólo para el período con un nivel medio”, apunta.
Esteban Avigliano, investigador del Instituto de Investigaciones en Producción Animal del Conicet y la Universidad de Buenos Aires, que no participó del estudio, entiende que no es recomendable el consumo de pescado del lago San Roque.
Aunque aclara: “Los autores estiman el riesgo considerando un consumo bastante alto de pescado que supera la media nacional”.
Pero advierte que el arsénico y el mercurio consumidos con el pescado se sumarían al que está presente en otros productos del lugar, como agua y vegetales.
Problemas
El arsénico está asociado a afecciones hepáticas y gastrointestinales, mientras que el mercurio es un comprobado factor de riesgo de problemas neurológicos.
Según Garnero, el arsénico está presente en grandes cantidades de manera natural en el suelo de Córdoba. También puede haber aportes de este elemento y otros de actividades humanas como la minería, el uso de pesticidas y fertilizantes y los residuos cloacales.
“Aunque no encontramos mercurio en el agua, sí lo detectamos en plancton y camarón (alimento del pejerrey). Este metal se va biomagnificando a lo largo de la cadena trófica y el hombre es el último eslabón”, explica Garnero.
Para la investigadora, su trabajo es un llamado de atención para que las autoridades realicen más controles de los alimentos acuáticos y los cuerpos de agua. Y sugiere estudios más profundos y que se utilice el análisis de la vida acuática para determinar la contaminación de los lagos y ríos.
Avigliano asegura que la contaminación de lagos y ríos es un problema serio que se viene incrementando. “Si no se toman acciones en el mediano plazo, varios recursos se verán afectados y posiblemente no será recomendable su consumo por el hombre en las próximas décadas”, dice.
Para mitigar la contaminación, ambos científicos recomiendan mejorar los controles y generar programas de educación ambiental, además de garantizar un correcto tratamiento de los efluentes domésticos e industriales.
Colaboró corresponsalía
Carlos Paz.
Fuente: La Voz del Interior.
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