Gente aca encontre este articulo que esta muy interezante espero les gusate como a mi. Saludos a todos.
Al inicio de una nueva temporada de pesca de tarariras en nuestras aguas, pensé que sería interesante compartir algunas comprobaciones a las que hemos llegado fundamentalmente a través de la experiencia concreta y práctica del grupo de amigos que año tras año visitamos las lagunas y tajamares de la zona intentando engañarlas con nuestras moscas.
Si bien el comportamiento de los peces y las condiciones de pesca no son nunca idénticas, y siempre que encaramos un lago poblado por taruchas podemos estar enfrentando una situación nueva que habrá que descifrar, la experiencia personal nos dice que tener en cuenta algunos detalles y adoptar algunas estrategias de pesca puede marcar la diferencia entre éxito y fracaso en un día de poca disposición a cazar o de pocas Hoplias en el lugar.
Muchos pescadores, que seguramente no han experimentado suficientemente la pesca de esta especie, podrán creer que la tararira es un animal que actúa siempre igual y que siempre alcanza con tirar un popper en cualquier lugar de la laguna y recogerlo a tirones para lograr un ataque tras otro. Sin dejar de reconocer que en algunas ocasiones esto es así, sobre todo en lugares poblados por muchos ejemplares, la gran mayoría de las veces en que vamos a pescar tenemos que interpretar el comportamiento de los peces en ese momento y adecuar el equipo y la estrategia de pesca para superar las condicionantes que nos impone el ambiente.
Pesca meticulosa
Antes que nada quiero aclarar que lo que voy a detallar a continuación es producto de nuestra experiencia, en nuestras aguas y del intercambio de conclusiones propias de cada uno los integrantes de nuestro grupo de amigos mosqueros de Rocha, y que si bien nos ha resultado efectivo, para nada pretende ser la verdad total y revelada respecto al tema.
En la nota titulada “Dinamita con escamas”, “Sumo” explica muy claramente que debemos hacer los primeros tiros pegados a las orillas y que debemos observar atentamente las señales que las taruchas producen en el agua para poder pescar a pez visto si es posible.
Si no observamos movimiento que nos indique actividad de los peces, elegimos un lugar que por su conformación física nos parezca bueno como refugio de las tarariras. Para empezar, como norma general siempre elegimos zonas bajas del lago que presenten bastante vegetación acuática sumergida y flotante, juncales, pajonales, etc.
La estrategia para mí más rendidora, es vadear haciendo el menor disturbio posible en el agua y hacer casts cortos hacia los claros más cercanos a nosotros que quedan entre las plantas. Si hacemos tiros largos, muchas veces el movimiento de la línea al caer y posteriormente recoger espanta las tarariras que están bajo la trayectoria que hace la misma.
La clave está en pescar meticulosamente cada tramo del bajo, poniendo varias veces nuestro popper en cada una de las aberturas que deja la vegetación, ya que habitualmente las taruchas no atacan a la primera provocación pero se irritan luego de repetirla.
Solamente avanzamos con mucho cuidado unos pocos pasos cuando hemos paseado nuestra mosca unas cuantas veces por cada centímetro del sector que estamos pescando.
Una vez en la nueva posición del vadeo, repetimos prolijamente la misma rutina, a la vez que ponemos nuestros ojos y oídos atentos para detectar señales que vengan del entorno que nos permitan descubrir la presencia de algún pez.
Normalmente las tarariras fallan su ataque en una o varias oportunidades, y en ese caso la clave del éxito es la insistencia y la paciencia. Tenemos que castearle el popper muchas veces al mismo lugar en que tuvimos la arremetida, tengamos o no nuevos piques. Habitualmente, aunque no vuelvan a embestir se quedan en el mismo sitio. Luego de cuatro o cinco tiros sin respuesta podemos cambiar el color de la mosca de superficie, y si yerra varios ataques y se queda quieta, podemos intentar algo que nos ha dado resultado, y es presentarle un streamer como por ejemplo la Doble Bunny con un buen antienganche.
Muchas veces los pescadores hemos dicho que en tal o cual lugar no hay o casi no hay tarariras y lo dejamos de lado, perdiéndonos la oportunidad de capturar tal vez la mejor de todas. Esa dificultad es a la vez la que nos da la oportunidad de disfrutar de una pesca meticulosa, que nos exige concentración y conocimiento, a mi entender, algunas de las cosas más atractivas de la pesca con mosca.
También podemos tener la suerte de dar con un lugar y un momento en que haya muchas tarariras atacando y moviéndose por todas partes en nuestro alrededor, y en ese caso todo es mucho más sencillo y la pesca es más fácil para cualquiera.
Equipo eficiente y oferta variada de moscas
Además de lo escrito anteriormente en cuanto a estrategias y técnicas, la práctica nos ha demostrado que la elección y armado de algunos elementos y equipos nos simplifican la tarea y pueden marcar la diferencia en días que la pesca está difícil.
En esta nota voy a hacer hincapié en las moscas que a mi entender debemos tener en las cajas que llevamos a la laguna para tentar a las taruchas así como sobre algunos detalles que debemos tener en cuenta.
Como ya dije, en muchas ocasiones pescamos en lugares con abundante vegetación en el agua, por lo que en caso de usar moscas comunes estaríamos la mayor parte del tiempo enganchados en la misma o tendríamos que reducir la zona de pesca solamente a los grandes limpiones desaprovechando los sectores más rendidores.
Por lo tanto todas las moscas que usemos deben tener un antienganche. Para las moscas de superficie, lo más eficiente que hemos usado es un trozo de monofilamento de 0,60 mm de diámetro atado como se ve en la Dancing Frog que está en este sitio. En el caso de poppers con cabeza de foam, el nylon se ata a la curva del anzuelo y se introduce en la pieza de goma, que previamente agujereamos con una aguja y lo pegamos con cemento instantáneo.
Para ese antienganche debemos tener en cuenta dos cosas. Por un lado que sea nylon de 0,60 mm, ya que uno más fino se dobla y la mosca tiene muchos enganches y uno más grueso es menos eficaz en la clavada del pez luego de un ataque. Por otro lado es muy importante que el monofilamento tenga el largo exacto y describa una curva como la que se ve en la foto porque de no ser así se producen también muchos enganches en las plantas.
Otro aspecto importante es el anzuelo sobre el que atamos nuestras moscas. De todos los que hemos probado hasta ahora, por lejos el mejor es el Tiemco 8089 en tamaño #2. Tiene una excelente dimensión y proporción, es de acero fino y liviano pero muy resistente, tiene una punta excelente, corta, afilada químicamente y micro rebaba, o sea todas las condiciones necesarias para garantizar una clavada eficaz y colaborar a minimizar los enganches en la vegetación. Si bien su precio es más elevado que el de otros anzuelos, dura muchísimo si tenemos la precaución de dejar las cajas abiertas para que se sequen luego de pescar con ellos, para evitar que se oxiden. Hemos atado varios poppers que las tarariras han destrozado sobre un mismo Tiemco 8089 y no hemos tenido necesidad de afilar nunca su punta.
En cuanto a los modelos y tipos de moscas, recomendamos tener una oferta variada.
Las moscas de superficie deberán ser poppers, sliders y divers, de varios tamaños, colores y materiales. Es recomendable tener varias construidas con foam, otras de pelo de ciervo y de corcho. Todas tienen distintas ventajas y desventajas. Las de foam son más durables, más livianas y con la forma y tamaño adecuado enganchan menos. Las de pelo de ciervo duran menos pero aguantan bastante si compactamos bien el pelo al atarlas, pierden algo de flotabilidad, pero algunos días producen más ataques que las de otros materiales y cuando las tarariras están de mal comer, son más clavadoras. Las de corcho producen “plops” muy sonoros, pero son más pesadas y difíciles de castear.
Como mosca de media agua, en lugares limpios funciona bien el Tucán Fly.
También debemos tener streamers con antienganche como por ejemplo algunas tipo Rabbit, la Doble Bunny, Deceivers comunes o con cabezas de ciervo o siliconas.
Más allá de estas recomendaciones están por supuesto las preferencias personales, y cada uno le tendrá confianza a “su mosca” sin hacer caso a este tipo de detalles.
Si tienen la suerte de pescar en un lugar y en un momento donde las tarariras están activas y atacan cualquier cosa que caiga al agua, no dejen de disfrutar ese momento que estos peces son capaces de brindarnos. Pero si está en una laguna donde aparentemente no existen, prueben pescar en forma meticulosa y precisa, y tal vez descubran en esta especie otras cualidades que hasta entonces no valoraban.
_________________ No nos olvidemos de devolver lo que el lago nos da...
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